INTRODUCCIÓN
Hoy día, las organizaciones están viviendo una época de
grandes cambios, hacia un mundo globalizado, donde se desarrollan momentos de
innovación, lo cual implica gran responsabilidad de enfrentar nuevos retos y
desafíos del medio. Tales desafíos han generado exigencias de calidad en
distintos ámbitos; por ello es necesario modernizar la gestión en términos
generales, promoviendo una mayor eficiencia y el desarrollo de los valores
necesarios para el adecuado funcionamiento de las organizaciones que le generen
productividad operacional.
Desde
esta perspectiva y conforme a lo expuesto por García (1993), la productividad
operacional es el grado en que se utilizan los recursos para obtener el mayor
número de resultados, es decir, la relación existente, entre la cantidad de
bienes y servicios obtenido en un periodo determinado de tiempo y la cantidad
de insumos que fueron consumidos, gastados y que contribuyeron a su logro.
Dicha posición debe incluir, mejor servicio, calidad con menores costos, para
lograr una producción eficiente, así como la supervivencia en su entorno al ser
capaz de adaptarse a él.
De
lo anteriormente planteado, se desprende que un aumento significativo de la
productividad es el gran reto del nuevo milenio, no sólo para las empresas sino
para los gobiernos que deben garantizar las condiciones de entorno que
favorezcan altos índices de productividad operacional.
A
este respecto, Chacón y otros (2010), consideran que estos cambios del nuevo
milenio en cuanto a los avances en tecnología, la información y en la continua
transformación en las exigencias de los profesionales modernos, las
universidades se constituyen en un importante elemento para generar una posible
transformación de tales profesionales, que les permita afrontar los nuevos
retos.
Por
consiguiente, las universidades más que entregar conocimientos a los
estudiantes, pudieran orientarse a generar una cultura donde las personas estén
abiertas y dispuestas a recibir nuevas teorías, a desarrollar una aptitud
crítica con respecto a los conocimientos recibidos, a cambiar y generar
aptitudes proactivas que estimulen la actualización continua.
Ante
esta realidad están inmersas las universidades públicas Venezolanas, que desde
hace aproximadamente una década han concentrado esfuerzos en la implementación
del llamado currículo integral, promulgado en 1998, orientado a la formación de
un individuo competente desde el punto de vista científico, técnico y socio
humanístico. Para lograrlo, se han conjugado esfuerzos en la consecución de
cambios y transformaciones que permitan la transformación de la etapa de la
formación dogmatizante, memorística, rígida hacia una creativa, flexible y
critica.
Enmarcada
dentro de estos procesos, la educación universitaria enfrenta grandes desafíos,
uno de ellos es el formar profesionales integrales que sean capaces de
responder a los cambios acelerados que exige el entorno. A nivel regional, en
coincidencia con lo anteriormente expuesto, la concepción educativa, sobre la
cual se basa el modelo curricular existente, considera como objetivo de la
Educación Universitaria más que la preparación de profesionales, la formación
de un hombre integral que se desempeñe tanto en el ámbito científico como en la
comunidad a la cual pertenece con una
actitud participativa, creativa y critica.
En el caso particular de las Universidades públicas de la
Región Zuliana, existen un conjunto de laboratorios en los programas de
ingeniería mecánica, que han realizado diferentes intentos para conducir sus
modelos académicos con productividad; sin embargo, aún es escasa la orientación
hacia ellas; sin lo cual, según Meriño (2003), se dificulta la vinculación
entre el conocimiento generado en las universidades y el proceso de
productividad como respuesta a la apremiante necesidad económica – social y así
como su impacto en la organización, dando solución a problemas regionales y
nacionales.
Es de hacer notar, que estas universidades públicas, en
los laboratorios de los programas de ingeniería mecánica, tratan de aplicar
estrategias de productividad donde se obtengan buenos resultados que pudieran
ser medidos por indicadores de gestión; tales como: diseño y construcción de
máquinas y equipos por medio de las tesis de grado, difundir a través de
publicaciones los conocimientos generados a través de las practicas realizadas
en los laboratorios, entre otros.
Sin embargo la observación directa por parte del
investigador, además de algunas entrevistas directas e informales al personal
involucrado en el área objeto de estudio, evidencian poca disposición para la
innovación, la planificación y organización estratégica, los cuales son
elementos importantes para la productividad operacional. Así las cosas, se
quiere conocer ¿Qué niveles de productividad operacional existen en los
laboratorios de ingeniería mecánica de las universidades públicas región
Zulia-Venezuela?
Productividad
Operacional
Para
Tejada (2006), la productividad operacional abarca la noción tradicional de
considerar la productividad como eficiencia, y le compete a los mandos medios.
Para mejorarla, se emplean técnicas de ingeniería industrial y de ciencias de
la conducta. Entre las primeras, están el estudio del trabajo, que comprende:
el estudio de métodos y la medición del trabajo, que se utilizan para examinar
el trabajo humano en todos sus contextos y que llevan sistemáticamente a
investigar todos los factores que influyen en la eficiencia y economía de la
situación estudiada, con el fin de efectuar mejoras.
De acuerdo a lo anterior, se puede afirmar entonces que
la productividad operacional son un conjunto de metodologías y herramientas que
ayudan a las empresas a mejorar e incrementar su productividad, a través de su
incorporación en el hacer diario y su apropiación en las empresas.
En este mismo orden de ideas, para Chacón y otros (2010)
la productividad operacional traduce la cantidad de productos obtenidos de
acuerdo a la cantidad de recursos gastados donde concurren múltiples factores,
que se deben tomar en cuenta como son: la tecnología empleada (equipos,
ambientes adecuados, condiciones de trabajo, normas y procedimientos) y la
racionalización de las actividades (tareas definidas, recursos humanos,
habilidades, actitudes).
Ahora bien, en esta exposición de definiciones se tiene,
a juicio del investigador, que la productividad operacional es la sumatoria de
todos los elementos que hacen posible la premisa del ser mejor y como consecuencia
el hacer mejor a las organizaciones,
colocándola en una posición competitiva, que incluye: mejor servicio, calidad
con menores costos, para lograr una producción eficiente y eficaz, así como la
supervivencia en su entorno al ser capaz de adaptarse a él.
Niveles
de productividad
La función productiva se ha de convertido en una variable
competitiva fundamental para las organizaciones empresariales, al menos en
igualdad de condiciones con las otras actividades funcionales de la misma, en
razón que representa la cantidad máxima de producción que se puede obtener
aplicando eficientemente una cantidad dada de factores. Dentro este contexto,
la medición de la productividad, ha cobrado gran significancia
interdisciplinaria como elemento generador de ventajas competitivas.
A este respecto, Ahumada (1987) plantea que la
importancia que adquirió el concepto de productividad, se debió a la
necesidad que tuvieron los países de utilizar lo más eficiente y racional
posible los recursos productivos, además de la relación que guarda con el
bienestar de la población, en particular sobre los niveles de ingreso real y
empleo, a pesar que la productividad del trabajo es una medición parcial, ya
que esta refleja el efecto conjunto de diversos factores interrelacionados
entre sí como la innovación tecnológica, cambios en el capital per cápita o en
la utilización de la capacidad instalada, modificaciones de la escala de
producción, incrementos en la calificación y el esfuerzo del trabajador,
mejoras en la capacidad empresarial, variaciones de las relaciones laborales y
otros múltiples factores de carácter cuantitativo y cualitativo.
Por su parte, SENA (2003), define la productividad como
un indicador que refleja que tan bien se están usando los recursos de una
economía en la producción de bienes y servicios. Así pues, una definición común
de la productividad es la que la refiere como una relación entre recursos
utilizados y productos obtenidos, y denota la eficiencia con la cual los
recursos son usados para producir bienes y servicios en el mercado.
Cabe señalar que, en términos generales, existen dos
formas de medición de la productividad: por un lado están las mediciones
parciales que relacionan la producción con un insumo (trabajo, o capital); y
por el otro, están las mediciones multifactoriales que relacionan la producción
con un índice ponderado de los diferentes insumos utilizados (productividad
total)
De
manera que, según Martínez (1998), los indicadores de productividad se pueden
construir a varios niveles de desagregación o de detalle. Refiere el autor, que
se puede medir tomando en cuenta los factores productivos antes mencionados, o
bien a partir de las diversas actividades económicas que se desarrolla en un
país. También pueden ser calculados al nivel de cualquier empresa o
establecimiento que realice alguna actividad económica. De manera análoga,
Mawson y otros (2003) refieren que existen diferentes tipos de definir y medir
los factores de producción que dan lugar a diferentes niveles de productividad,
entre ellas la total, de materiales o materias primas y la del trabajo.
De
acuerdo a lo expuesto, la
medición de la productividad permite conocer en qué medida participo cada uno
de los factores de producción o insumos en el incremento del nivel de
producción, como podría deberse a la automatización del proceso, a la
capacitación de la mano de obra, o a cualquier otro factor.
A los fines investigativos, los niveles de productividad
son indicadores que permiten medir la relación entre la actividad productiva y
los medios (humanos, tecnológicos, infraestructuras) necesarios para
conseguirla y se consideran los expuestos por Mawson y otros (2003):
productividad total, productividad de materiales o materias primas y la
productividad del trabajo.
Productividad
total
Porter (2009), indica que la productividad total, se
define como el cociente entre la producción total y la suma de todos los
factores incluidos en el proceso productivo. Refiere el autor que el cálculo de
la productividad total exige agregar diferentes factores, lo cual introduce una
dificultad extra. Para poder sumar factores diferentes, una alternativa es
sumar directamente las unidades físicas, sumar los valores del stock o del
flujo de cada factor, o una combinación de unidades físicas y monetarias,
dependiendo de la información disponible.
La
productividad total cuenta con las siguientes ventajas: a) refleja el panorama
económico real de la empresa. b) ayuda de manera efectiva a los gerentes, c) se
relaciona con los costos. Entre sus principales limitaciones están: a) posee
dificultad en la recolección de datos a nivel de producción y cliente, b) no
utiliza los factores intangibles de la producción e insumos, c) el cálculo
exige agregar diferentes factores, lo cual introduce una dificultad extra
(Alzate, 2002).
En
ese orden de ideas Ibarra (2001) opina que la productividad total es la razón
entre la producción y los factores con que se realiza ésta, o bien, entre la
producción y los factores que la originaron. Refiere el autor que este tipo de
productividad no puede compararse entre empresas, pues las unidades de medida
de los outputs e inputs acostumbran a ser diferentes de una empresa a otra. En
cambio, las tasas de variación sí son comparables. Por eso para él, la
productividad total expresada en índices normalmente sirve como una referencia
sólo para la propia empresa.
Para
el investigador, la productividad total es una medida simultánea de la
eficiencia en la utilización conjunta de los recursos, llevando ello a una más
apropiada utilización de los recursos a los efectos de mejorar la posición
competitiva.
Productividad
de materiales o materias primas
El
análisis de la productividad se ha centrado en la búsqueda de indicadores que
miden la contribución de cada factor de la producción a la obtención del resultado
final de la gestión y también, en su mayor parte, han intentado relacionar esta
participación de cada factor con magnitudes fundamentales del proceso técnico
de producción a través de los indicadores o ratios correspondientes.
Desde
este contexto, para Jiménez (2003), la productividad de los materiales es una
medida posible para buscar la sustitución de unos elementos por otros que
cumpliendo la misma función, tengan un menor costo.
Según
Borisov y otros (2008), productividad de materiales es la relación entre lo
producido y lo gastado en ello, pero también representa la medición de la
eficiencia con que los recursos son administrados para completar un producto
específico.
A
efectos de esta investigación, la productividad de los materiales o materias
primas es aquella medición de la eficiencia con que los recursos son
administrados para completar un proyecto específico, dentro de un plazo
establecido y con un estándar de calidad dado.
Productividad
del trabajo
Las
empresas excelentes tienen una filosofía muy arraigada que dice: respetar al
individuo; convertir a las personas en ganadoras; permitir que descuellen;
tratar a las personas como adultos (Valdés, 2006). Este aspecto, sui-generis,
a pesar que no se puede medir directamente en cifras, ni controlarlo
estadísticamente, tiene una vital importancia en el desarrollo y obtención de
buenos resultados en la productividad empresarial y al nivel de toda la nación.
Refiere
el autor que cuando se expresa productividad del trabajo no se considera sólo
al tratamiento, características, enfoque u otro aspecto concerniente a
ejecutivos, profesionales y dirigentes, sino a todos los empleados de una
organización, porque es el conjunto de éstos y su trabajo cohesionado y
entusiasta el que puede llevar adelante la obtención de buenos resultados y no
un grupo de cualquier categoría por importante que ésta sea o por inteligentes
y capaces que parezcan sus miembros.
En
el mismo orden de ideas, para Borisov y otros (2008) la productividad del
trabajo, es la eficiencia de la actividad productiva de los hombres expresada
por la correlación entre el gasto de trabajo (en escala de la sociedad, de una
rama, de una empresa o de un solo trabajador) y la cantidad de bienes materiales
producidos (establecida en dinero o en especie) en una unidad de tiempo.
Se determina por la cantidad de tiempo invertido en
elaborar la unidad de producción o por la cantidad de producción fabricada en
la unidad de tiempo. Elevar la productividad del trabajo significa economizar
trabajo vivo y trabajo social, o sea, reducir el tiempo socialmente necesario
para producir la unidad de mercancía, rebajar su valor. La proporción de
trabajo vivo disminuye mientras que la proporción de trabajo pasado (materializado)
aumenta relativamente y de tal modo que se reduce la suma global de trabajo
encerrado, en la mercancía.
De igual manera Guerra y Vázquez (2011) plantean que para
evaluar el comportamiento de la productividad por trabajador es necesario tener
en cuenta el comportamiento de los niveles de producción tanto en unidades
físicas como en valor, con relación al número de trabajadores. Este
constituiría un indicador del rendimiento del hombre como factor clave para
medir la eficiencia del proceso productivo.
Dentro de esta perspectiva, a criterio del investigador,
la productividad del trabajo es un rendimiento de eficiencia de la actividad
productiva de los hombres expresada por la correlación entre el gasto de
trabajo y la cantidad de bienes materiales producidos en una unidad de tiempo.
MÉTODO
La
metodología se contextualizó dentro de un tipo de investigación descriptiva,
con un diseño de Campo, transeccional, no experimental. La población estuvo
constituida por 77 profesores que imparten prácticas con conocimiento y
experiencia en el área de estudio en los laboratorios de ingeniería mecánica de
las universidades públicas región Zulia-Venezuela.
Se
utilizó como técnica la encuesta y como instrumento un cuestionario de 9 ítems
con escala tipo Lickert. La validación se realizó a través del juicio de
expertos y la confiabilidad mediante el coeficiente de Alpha de Cronbach,
obteniéndose un valor de 0,91. Para
el análisis estadístico, se utilizó la estadística de tipo descriptiva, a
través del uso de la media aritmética. Para
tal fin, el investigador diseñó un cuadro de rango, intervalo y categoría, el
mismo se muestra en la Tabla 1.
Tabla
1. Categoría de análisis para la
interpretación del promedio
|
Rango
|
Intervalo
|
Categoría
|
Descripción
|
|
1
|
3,68
– 5,00
|
Alta
|
Indica una frecuencia alta de
la actividad o proceso analizado.
|
|
2
|
2,34
– 3,67
|
Moderada
|
Indica una media frecuencia
de la actividad o proceso analizado.
|
|
3
|
1,00
– 2,33
|
Baja
|
Indica que la actividad o
proceso no se realiza.
|
Fuente:
Elaboración propia
RESULTADOS
Con
respecto al indicador productividad total, los resultados revelan un promedio
de 2,91 ubicándola en la categoría moderada actividad o proceso analizado, tal
como es señalada en la tabla 2. Estos resultados muestran que
las instituciones analizadas cuentan en sus laboratorios con equipos y aparatos
necesarios para elaborar las prácticas; de igual manera, los laboratorios poseen
los servicios necesarios, pero no cuentan con un manual de normas y
procedimientos.
Tabla 2.
Indicador: Productividad total
|
Ítemes
|
El
laboratorio cuenta con los equipos y los aparatos necesarios para realizar
las prácticas
|
El
laboratorio cuenta con todos los servicios necesarios para elaborar las
prácticas
|
El
laboratorio cuenta con un manual de normas y procedimientos para realizar las
prácticas
|
|
Promedio/Ítemes
|
2,99
|
2,92
|
2,82
|
|
Categoría
|
Moderada
|
Moderada
|
Moderada
|
|
Promedio/Indicador
|
2,91
|
|
Categoría
|
Moderada
|
Fuente:
Elaboración propia
Lo precedente valida, en moderado grado, lo maneado por Chacón y
otros (2010), para quienes la productividad operacional traduce la cantidad de
productos obtenidos de acuerdo a la cantidad de recursos gastados donde
concurren múltiples factores, que se deben tomar en cuenta como son: la
tecnología empleada (equipos, ambientes adecuados, condiciones de trabajo,
normas y procedimientos) y la racionalización de las actividades (tareas
definidas, recursos humanos, habilidades, actitudes).
Desde
esta perspectiva, la mayor proporción de los resultados arrojados en la
presente investigación reflejan que existe una alta relación de actividades
realizadas en el laboratorio con el personal existente y que la cantidad de
tiempo invertido en elaborar las prácticas permite elevar la productividad del
laboratorio, esto se traduce en productividad del trabajo.
Esta
capacidad productiva del trabajo depende de una serie de factores, entre los
cuales se cuentan el grado medio de destreza del personal que labora en los laboratorios de ingeniería mecánica en las
universidades públicas región Zulia-Venezuela, el nivel de progreso de la
ciencia y de sus aplicaciones, la organización social del proceso de
producción, el volumen y la eficacia de los medios de producción, así como las
condiciones naturales.
CONCLUSIONES
Se
describieron los niveles de productividad operacional existente en los
laboratorios de ingeniería mecánica de las universidades públicas región
Zulia-Venezuela, destacándose la productividad del trabajo como el mejor nivel
para describir el desarrollo de destrezas metodológicas y agrupación de
esfuerzos que realizan las instituciones educativas y que se refleja
en una alta relación de actividades realizadas en el
laboratorio con el personal existente y la cantidad de tiempo invertido en
elaborar las prácticas.
Por lo antes
expuesto, constituye un compromiso de las universidades públicas región
Zulia-Venezuela y de quienes hacen vida en ella su incorporación al desarrollo
y ejecución de procesos que permitan incrementar su productividad operacional a
través de la generación del conocimiento.
Por otra
parte, describir la productividad operacional de estas instituciones, va más
allá de la medición del desempeño del personal docente en su labor de
enseñanza-aprendizaje; está referida a la generación de conocimientos, a la
creación de soluciones de impacto tanto para la universidad como para la
comunidad.
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el periodo 1970-1981. Secretaría de Trabajo y Previsión Social, México
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Argentina
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completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/cu/2011/consultado:26/02/2020
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